Diferencias entre interés simple y compuesto

authorÓscar AhullóFecha de publicación: 30.03.2021
Diferencias entre interés simple y compuesto

Que los préstamos están sujetos a intereses es evidente, pero no lo es tanto que estos pueden ser simples o compuestos. Cada uno con sus características propias, responden a aspectos clave de tu financiación.


¿Qué es el interés simple y dónde se aplica?

El interés simple de un préstamo es el precio –en concepto de intereses– que se devenga del capital obtenido en virtud de un préstamo durante un plazo de tiempo concreto y que, naturalmente, tenemos que devolver junto con la amortización del propio capital.

Este interés simple se calcula siempre sobre el capital inicial del préstamo, independientemente del periodo temporal sobre el que se calcule. Transcurrido el tiempo mencionado, el importe generado en concepto de intereses no se capitaliza, únicamente se devuelve con el pago de las cuotas, por lo que su cuantía no varía.

TENLO EN CUENTA

El interés simple es el que pagamos por un crédito que estamos devolviendo dentro de plazo. Si incumplimos el pago de alguna cuota, el interés simple se convierte en un interés compuesto, ya que al primero se le suman los derivados del impago.

Estas son sus tres características esenciales:

  • No importa cuán largo sea el plazo de devolución del préstamo, dure lo que dure, el interés no está sujeto a variaciones.
  • Aunque se inicie un nuevo crédito, el interés aplicable seguirá siendo el mismo, independientemente del capital de la nueva operación.
  • El interés simple siempre se establece en base al capital inicial del préstamo.

¿Qué es el interés compuesto?

Ya sabemos que el interés compuesto ejerce de interés sobre los intereses.

Esto es así porque, además de aplicarse sobre el importe que obtenemos del préstamo, también se calcula sobre los intereses que devengan de este. Estos se van sumando al capital inicial y generando, a su vez, más intereses.

Estas son las principales características del interés compuesto:

  • El importe crece a medida que pasa el tiempo, ya que se nutre de los intereses que se le van sumando al final de cada periodo.
  • Se aplica sobre el capital revisado al final de cada periodo en lugar de sobre el capital inicial.
  • Si el interés simple se mantiene estable, el compuesto tiende a ir en aumento.

Cómo se calculan el interés simple y el compuesto. Ejemplos

Una de las diferencias más importantes entre el interés simple y el compuesto es la forma en que se calculan.

El interés simple es el que pagamos por el dinero obtenido del préstamo y durante el plazo en que lo devolvemos. Es un concepto claro, cuyo cálculo resulta sencillo.

Esta es la fórmula que se utiliza para calcular el interés simple:

P * R * N

Para ello, debemos saber lo siguiente:
P = Principal.
R = Tasa.
N = Tiempo en años.

Ejemplo de aplicación:

Obtenemos un préstamo de 1000 euros con un plazo de devolución de 3 años y un 10% de interés anual. En ese caso, los intereses devengados a los 3 años serán de 300 euros, por lo que la cantidad total que devolveremos al finalizar el contrato será de 1300 euros.

Si incurrimos en impago de alguna de las cuotas, el interés pasará a ser compuesto, el cual se calcula sobre el capital revisado, que se calcula, a su vez, sobre el interés simple y los intereses nuevos originados por la demora en el pago de la devolución.

Esta es la fórmula para calcular el interés compuesto:

P { (1 + R) ^ n – 1 }

Las equivalencias de los símbolos son las mismas que en la fórmula anterior.

Puesto que el interés compuesto se debe a una penalización  concreta al usuario, su rendimiento es más alto, incluso en el caso de los préstamos gratis. Sin embargo, depende del producto sobre el que se aplica.

Por ejemplo, si lo que contratamos es un plan de inversión o un plan de ahorro, el rendimiento económico se suma al capital principal, y al empezar un período nuevo, el interés será calculado en función del capital nuevo, que se corresponderá al capital inicial sumado a los intereses surgidos desde que empezó la operación.

En cambio, en los préstamos o créditos, al no generar beneficios sino deudas, los intereses originados pasarán a engrosar la deuda durante la operación.

Diferencias entre interés simple e interés compuesto

El modo en que se calculan el interés simple y el compuesto y cómo puede variar provoca ciertas diferencias entre ellos:

  • Importe devengado. La cuantía a pagar en concepto de intereses es menor cuando solo se aplica el interés simple. En cambio, cuando entra en juego el interés compuesto, la cantidad cargada siempre será mayor por acarrear intereses pendientes, como los ocasionados por el impago.
  • Pago. Resulta más sencillo abonar el pago del interés simple con el pago de cada cuota, ya que el interés compuesto entraña pagos extra.
  • Capital. El interés simple no cambia el capital del préstamo si este no se paga de forma concreta. En cambio, en el interés compuesto el capital crece con cada capitalización que le añade intereses.s

FUENTES BBVA / El País / Bankinter

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Autor del artículo:

Óscar Ahulló

Es redactor creativo publicitario y redactor web especializado en finanzas.
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