¿Qué es la solvencia económica?

La solvencia económica es fundamental para conseguir financiación. Descubre qué significa, si eres solvente y cómo mejorar tu solvencia para aumentar las posibilidades de obtener un préstamo.
¿Qué significa ser solvente y por qué es importante?
La solvencia es un concepto o una cualidad referente a la economía tanto de los individuos como de las empresas. En este caso, por lo que se refiere a las personas físicas, la solvencia es la capacidad económica de efectuar los pagos a los que se está obligado o comprometido.
Por ejemplo, si puedes hacer frente al pago de una cuota de hipoteca, una factura o un vehículo, se puede decir que eres capaz de cumplir con tus obligaciones económicas y que, por tanto, eres solvente económicamente.
Además, ser solvente está generalmente asociado con un cumplimiento regular y continuado, no solamente puntual. Es decir, la satisfacción de las deudas o pagos periódicos es la mejor manifestación de solvencia.
TENLO EN CUENTA
No se debe confundir la solvencia con la liquidez. La liquidez es la cantidad efectiva y real de dinero que se dispone para saldar las deudas. Alguien puede ser solvente, pero no tener liquidez por contar con activos difícilmente cuantificables en dinero.
Ser solvente es muy importante porque muestra una garantía de devolución o de pago en las operaciones bancarias. Como consecuencia, genera confianza a las entidades financieras y aumenta las posibilidades de que se te conceda financiación.
La situación familiar es también un aspecto importante, ya que forma parte de las finanzas personales. Cuantos más gastos comporte tu vida en el hogar, por ejemplo, por tener muchos hijos, menos solvente se te considerará.
¿Cómo evalúan las entidades tu solvencia económica?
Al solicitar un préstamo online, la entidad prestamista comprobará tu solvencia económica y si te puedes permitir devolverlo. Este es uno de los primeros pasos porque esclarece si la operación con el usuario va a ser rentable para la entidad o si, por lo contrario, va a suponer un riesgo con su consecuente rechazo.
TENLO EN CUENTA
Debes llegar preparado a una solicitud, y no esperes que una entidad pase por alto esta fase. Todas ellas evaluarán tu solvencia en cada producto que solicites.
Las entidades financieras evaluarán tu solvencia en base a tres factores:
Ingresos y gastos:
- Medirá tu nivel de ingresos mensuales, indistintamente de su procedencia: salario, inversiones, prestación por desempleo, herencia...
- De los ingresos deducirá tus gastos mensuales en base a las deudas y calculará un balance económico de ingresos disponibles.
Situación personal:
- Cuanto más estable sea tu vida, mejor, Por eso, ser propietario de una residencia es un punto a favor, entre otras cosas, porque puede utilizarse como garantía.
- La estabilidad también es conveniente en la vida laboral. La entidad revisará los ingresos de los últimos 24 meses, y será un problema si encuentra periodos de desempleo.
- En cuanto a la situación familiar, hay varios escenarios. Tener un matrimonio es positivo por el doble sueldo, pero tener hijos encarece la vida.
Historial de pagos y scoring bancario:
- Vigilarán los reembolsos para ver si eres capaz de pagar facturas y saldar deudas. Cuantos menos impagos encuentren, mejor.
- El historial de préstamos debe ser breve. Si cuentas con más de tres, tienes tendencia a endeudarte. Lo ideal es que sea el primero.
- Si tu nombre aparece en un fichero de morosidad como el ASNEF, es porque mantienes alguna deuda. Esto podría ponerlo cuesta arriba.
Cómo demostrar mi solvencia en un préstamo personal
Demostrar tu solvencia en un préstamo personal es, al fin y al cabo, acreditar tu capacidad económica.
Y para probar que estás al día de todos tus pagos y que tus ingresos son recurrentes y suficientes, necesitas comprobantes de ingresos: recibos de pagos del banco, extractos de nóminas, justificación del pago de impuestos, facturas abonadas, etc.
También puedes elaborar tú mismo un certificado de solvencia, que algunas entidades exigen. En él deberás incluir todo lo relativo a tus ingresos y a los bienes que conforman tu patrimonio. Por supuesto, es clave no figurar en un fichero de morosos.
¿De qué forma aumentar la solvencia económica?
Mantener tu solvencia o incluso mejorarla es un reto al alcance de casi todos. Para ello, te damos 7 claves:
- No gastes más de lo que ganas al mes.
- Si tienes que endeudarte, hazlo con plazos de devolución realistas que puedas cumplir.
- Si no puedes devolver el préstamo por anticipado, no lo hagas. Pero nunca lo pagues tarde.
- Intenta cuidar tus ahorros hasta crear un colchón de donde poder recurrir en un momento de incerteza o emergencia.
- Sé responsable y calculador. Sé consciente de qué épocas del año son las más caras, y en cuáles puedes permitirte algo más.
- Controla los hábitos y si alguno se convierte en inasequible, sustitúyelo por uno lo más barato y sano posible.
- Márcate objetivos cuantitativos y mide tus progresos. Cuanto más visibles sean los resultados, más te motivará seguir con ello.
FUENTES: El Economista / Expansión / La Vanguardia