El mejor momento para pedir un préstamo online

Uno de los secretos para que un préstamo online resulte rentable no es solo solicitarlo con un buen motivo, sino también hacerlo en el momento adecuado. Entonces, ¿qué circunstancias deben darse para pedir un préstamo y salir ganando?

El mejor momento para pedir un préstamo online

Cuando todo da pie a pedir un préstamo online

El préstamo online más rentable es aquel que se solicita en el momento adecuado. La clave está en identificar ese momento para estar seguro de que, esta vez sí, es hora de recurrir a la financiación externa.

Para que esta situación se dé, primero deben suceder varias circunstancias. Es decir, que el momento ideal de solicitar un préstamo está formado por la acumulación de 5 circunstancias clave. Si una de ellas falla, no se daría la situación. Lo que podría traducirse en tener que esperar o seguir buscando antes de solicitar cualquier préstamo.

¿Cuáles son estas condiciones?

No poder recurrir a financiación propia

Un préstamo online lo solicitamos porque necesitamos cubrir una carencia económica, normalmente causada por un gasto inesperado al que nos es difícil hacer frente.

Cuando esto sucede, lo primero es mirar en nuestro propio bolsillo.

Los préstamos online tienen una gran cantidad de ventajas y comodidades, pero no por eso dejan de ser productos con cierto riesgo, ya que conllevan el endeudamiento. Para evitar dicho riesgo, se recomienda evitar la financiación externa a no ser que no nos quede más remedio.

Es decir, solicitar un préstamo online será buena idea solo si no tenemos otra opción para conseguir dinero. Pero, antes de llegar a ese punto, conviene comprobar si nosotros mismos podemos pagar ese gasto imprevisto.

¿Tienes ahorros? Si es así, no dudes en utilizarlos. Están precisamente para eso y, además, te evitan endeudarte con entidades financieras.

Si no tienes ahorros suficientes, hay una alternativa: pide dinero prestado a familiares o amigos de confianza. Naturalmente, tendrás que devolverlo, pero será más barato porque no habrá intereses y, posiblemente, la confianza entre vosotros permita acomodar los plazos de devolución a tu situación.

Invertir en algo ineludible, no en un capricho

El valor más importante para un consumidor activo de préstamos online es la responsabilidad. Y la responsabilidad equivale a pedir préstamos solamente en caso de emergencias económicas ineludibles e innegociables.

Es decir, nunca es buen momento para pedir un préstamo online con el fin de pagarnos un capricho como, por ejemplo, un viaje, un regalo de cumpleaños, una entrada para un concierto, una mascota...

En cambio, si el dinero nos hace falta para cubrir un gasto importante e imprescindible, la decisión estará bien tomada. Estos gastos pueden ser los derivados de facturas de la luz, agua o internet, pago de impuestos, un trabajo de obra estrictamente necesario, formación, reparación del vehículo, una sanción o una multa, etc.

Estar seguro de que puedes devolverlo

Recibir dinero mediante un préstamo online y no poder devolverlo no implica quedarte como estabas, sino algo mucho peor.

Si recibimos el dinero, pero las cuotas de devolución son demasiado altas, o por cualquier motivo no podemos pagarlas a tiempo, el impago generará comisiones e intereses de demora que irán creciendo a medida que nos retrasemos en el pago.

Esto encarecerá sobremanera el préstamo y nos conducirá a una espiral de deuda de la que cada día será más difícil salir.

Por tanto, busca préstamos con condiciones que puedas asumir. Especialmente, intereses y plazos de devolución asequibles y realistas de acuerdo con tu situación económica. Así podrás invertir el dinero con la tranquilidad de poder devolverlo y sabiendo que te será rentable.

Haber peinado el mercado financiero

No todos los préstamos online son iguales, por lo tanto, no todos son buenos para ti. El mercado crediticio crece y crece, y cada vez está poblado de más entidades, cada una con su oferta de préstamos online, y cada préstamo con sus condiciones.

Esto tiene como resultado un escaparate inmenso. Un amplio abanico de posibilidades de donde solamente tendrás que elegir una: el préstamo ideal para ti.

En base a ello, valora tus necesidades y tu situación. Recurre a herramientas de búsqueda como los comparadores de préstamos, aplica los filtros más convenientes y encuentra el producto que mejor encaje con tu realidad.

La entidad financiera con la que contrates el préstamo es un asunto fundamental. Las hay que tratan mejor a sus usuarios que otras, así que intenta escoger la más generosa y transparente en cuanto a información, y la que más confianza te transmita.

Haber estudiado a fondo las condiciones del préstamo

Peinar el mercado incluye investigar también los préstamos por dentro. Existen muchos tipos de préstamos: rápidos, gratuitos, sin intereses, para coche, para hipoteca, en ASNEF... Así como una gran variedad de condiciones.

Una vez escogida la entidad financiera, comprueba las condiciones básicas como el tipo de interés, las comisiones, el plazo de devolución, la flexibilidad para cambiar fechas de pago o para amortizarlo anticipadamente, el servicio de atención al cliente, la permisibilidad con el retraso del pago, etc.

Y no te olvides de, si es posible, beneficiarte de las ventajas que algunas entidades ofrecen, como descuentos a primeros clientes o incluso préstamos totalmente gratis hasta cierta cantidad.

Las principales razones para solicitar un préstamo online

Si se dan las condiciones anteriores, la situación es propicia para solicitar un préstamo. Solo queda valorar un último aspecto: el objeto de la financiación, el destino de la inversión. ¿Para qué queremos el dinero?

Hay varias razones por las que podemos solicitar un préstamo online. Estas son las más habituales:

  • Hogar. Un hogar requiere cuidados e inversión. Muchas veces, estas inversiones son inevitables si queremos que nuestra casa resulte acogedora o tenga las mínimas comodidades. Pero más necesario aún que las reformas son las reparaciones: instalación eléctrica, tuberías, refrigeración, aislamiento... Todas deben llevarse a cabo y ninguna se soluciona con poco dinero.
  • Personal. Pese a que no es la razón más lícita para pedir un préstamo, las necesidades personales son un destino común del dinero procedente de entidades financieras. Asuntos de salud, compromisos sociales, formación, cuidado de la mascota... Para estos casos, es recomendable recurrir a los ahorros, pero si esto no es posible, se puede compensar con uno de los préstamos gratuitos que ofrecen las entidades a los nuevos clientes.
  • Negocios: Para los emprendedores, recurrir a financiación externa puede ser la única vía hacia sus objetivos comerciales. Invertir en bienes como un local, material, recursos humanos y proveedores, por ejemplo, supone cantidades altas de dinero respaldadas por poco capital, sobre todo cuando la actividad comercial está recién empezada.
  • Imprevistos. Hoy en día, la vida corre a un ritmo tan rápido que nos empuja al consumo. Y de tanto en tanto, esto se refleja en facturas impagadas y recibos olvidados con prisa por ser abonados. En estos casos, que la financiación sea inmediata y la respuesta de la entidad sea urgente es fundamental.
  • Grandes inversiones. La adquisición de una vivienda o de un vehículo prácticamente no se contemplan sin ayuda de la financiación. Para estos bienes también existen préstamos online con cantidades altas que cubren estos gastos.
  • Reunificación de deudas. Cuando tenemos varias deudas en marcha con varias entidades por sendos préstamos en proceso de devolución activo, existe la posibilidad de reunificarlas. Esto significa que, en lugar de pagarlas todas por separado, la entidad nos presta dinero para saldarlas y luego nos exige el pago equivalente. La deuda sigue existiendo, pero esta vez todo en un banco, lo que hace más cómodo y seguro cada pago.

¿Cuándo no solicitar un préstamo online?

A veces, es mejor esperar. Y vistas las condiciones que se han enumerado anteriormente en este artículo, resulta sencillo adivinar cuándo recurrir a un préstamo no es una buena decisión.

Lo que hemos aprendido es que, si no tenemos una razón suficientemente importante para recurrir a financiación, no debemos hacerlo. Pero esto puede manifestarse de varias formas:

  • La cantidad de dinero que necesitamos no es excesivamente alta y podemos saldar deudas con nuestros ahorros.
  • El destino del dinero es un capricho, algo que realmente no necesitamos.
  • No se han estudiado las ofertas del mercado, se escoge una entidad al azar y no se tienen en cuenta las condiciones del préstamo.
  • No se analizan las finanzas personales y solicitamos una cantidad que no necesitamos.

Es importante insistir en que un consumidor de préstamos solvente e inteligente es el que actúa con responsabilidad, capacidad de análisis y paciencia para pedir exactamente lo que necesita, cuando lo necesita y en las condiciones adecuadas.

Y, de la misma forma, un préstamo online será rentable solo si se ajusta a nuestra situación, en todos los sentidos.

Así funciona la financiación online.

Fuentes: El País / El Mundo Financiero / ABC

Autor:

Óscar Ahulló

Óscar Ahulló

Es redactor creativo publicitario y redactor web especializado en finanzas.
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